Este día nublado me hizo recordar los días nebulosos de un fin de semana Puebla-Veracruz...
Algunos doctores o curanderos dicen que el café debe dejarse a cierta edad, pues según ellos debilita los huesos y nos predispone a la descalcificación, sobre todo a las mujeres que ya de por sí sufrimos de esto. Pero no, yo por lo menos mi tacita diaria para despertar, de una taza de buen café, fuerte, sabroso, con ese olor a cacao que no es ni tostado ni ligero... ¡gran placer al que no le veo ningún mal!
Además de su particular arquitectura (de hierro, claro) y la linda ubicación en el centro de Orizaba, este lugar es una parada obligada para el que va a Veracruz, ya que el aroma de todo el lugar hace honor al buen café que sirven.
Ya por estar lejos de la metrópoli, los precios se vuelven baratos y el diseño de interior que no necesitó de gran diseño, son características que te harán pasar sin duda un rato agradable aún si no optas por una taza de café y prefieres el chocolate caliente y quizá algún postre.
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